lunes, 12 de abril de 2010

Fragmentos de el poeta Lucrecio"de la naturaleza de las cosas"


Pero nada hay más grato que ser dueño
De los templos excelsos, guarnecidos
Por el saber tranquilo de los sabios,
Desde do puedas distinguir a otros
Y ver cómo confusos se extravían
Y buscan el camino de la vida.
Vagabundos, debaten por nobleza,
Se disputan la palma del ingenio,
Y de noche y de día no sosiegan
Por oro amontonar y ser tiranos.
¡Oh míseros humanos pensamientos!
¡Oh pechos ciegos! ¡Entre qué tinieblas
Y a qué peligros exponéis la vida
Tan rápida, tan tenue! ¿Por ventura
No oís el grito de naturaleza,
Que alejando del cuerpo los dolores,
De grata sensación el alma cerca,
Librándola de miedo y de cuidado?

Los sitios retirados del Pierio
Recorro, por ninguna planta hollados;
Me es gustoso llegar a íntegras fuentes,
Y agotarlas del todo; y me da gusto,
Cortando nuevas flores, rodearme
Las sienes con guirnaldas brilladoras,
Con que no hayan ceñido la cabeza
De vate alguno las divinas musas:
Primero porque enseño cosas grandes
Y trato de romper los fuertes nudos
De la superstición agobiadora;
Después, porque tratando las materias
De suyo obscuras con piería gracia,
Hago versos tan claros: ni me aparto
De la razón en esto, a la manera
Que cuando intenta el médico a los niños
Dar el ajenjo ingrato, se prepara
Untándoles los bordes de la copa
Con dulce y pura miel, para que pasen
Sus inocentes labios engañados
El amargo brebaje del ajenjo,
Y la salud les torne aqueste engaño
Y dé vigor y fuerza al débil cuerpo;
Así yo ahora, pareciendo austera
Y nueva y repugnante esta doctrina
Al común de los hombres, exponerte
Quise nuestro sistema con canciones
Suaves de las Musas, y endulzarle
Con el rico sabor de poesía:
¡Si por fortuna sujetar pudiera
Tu alma de este modo con enlabios
Armónicos, en tanto que penetras
El misterio profundo de las cosas
Y en tal estudio el ánimo engrandeces!

Biografia de Cayo Valeriao Catulo =)


Poeta latino.
De familia acomodada, a partir del año 70 a.C. frecuentó en Roma el círculo de los «nuevos poetas», deudores de la poesía alejandrina, cuyo tema poético principal es el amor, expresado en metros nuevos. Los versos de Catulo, especialmente los dedicados a su amor por Lesbia, seudónimo de Clodia, hermana del tribuno Clodio, son de gran realismo y fuerza expresiva. Conocido como doctus por su gran dominio de la poesía griega, dejó 116 poemas de valor e inspiración muy desiguales. Junto a poemas cultos y mundanos como Las bodas de Tetis y Peleo, en el que rivalizó con Calímaco, compuso numerosos epigramas satíricos, así como epitalamios y poemas de tema mitológico. Sin embargo, la importancia de su poesía reside principalmente en las elegías amorosas; por otra parte, ha sido el fundador de la elegía romana, que se distingue de la griega por su carácter autobiográfico e intimista. Influyó en la poesía latina posterior tanto en el aspecto formal como en su variedad temática.

Catulo


CATULO. Poemas selectos.
CARMEN I
¿A quién ofrezco este librillo nuevo
y ameno, recién pulido por la árida
pómez? A ti, Cornelio, que estimabas
en algo mis pequeñas naderías,
ya cuando narrabas la historia itálica
en tres volúmenes doctos, por Júpiter,
y elaborados, con tu original
osadía. Toma pues lo que sea
de este librito, valga lo que valga,
y que éste permanezca más de un siglo
sin marchitarse, oh musa virginal.
CARMEN II
Gorrioncito, joya de mi pequeña,
con quien juega, al que resguarda en el seno,
al que suele dar la yema del dedo
y le incita desgarrados mordiscos:
cuando a mi deseo resplandeciente
le place tornarse alegre y aliviarse
de sus cuitas, para aplacar su ardor,
¡cuánto me gustaría, como hace ella,
jugar contigo y desterrar las penas
lejos de mi triste ánimo!
(II b)
Me es tan grato como a la niña el fruto
doradito que soltó el ceñidor
que tanto tiempo permaneció atado.